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¿Te resistes a utilizar red teaming? ¿No sabes qué es y cuál es su aporte valioso a la ciberseguridad de tu organización?
Este artículo lo construimos a partir del libro Tribe of Hackers Red Team de Carey y Jin (2019). Quisimos tomar como principio fundamental precisamente una de las muchas preguntas que allí se hacen a varios expertos en red teaming: ¿Cómo explicar el valor del red teaming a un cliente u organización reticente o sin conocimientos técnicos? Habiendo escrito ya artículos en el blog sobre las opiniones de cinco profesionales que aparecen en ese libro (me refiero a Carey, Donnelly, Weidman, Secor, y Perez), descartamos aquí sus respuestas a esa pregunta. Y lo mismo hicimos con otras que no nos parecieron suficientemente sustanciosas o pertinentes. En definitiva, utilizamos las respuestas de 33 expertos. Esperamos que lo que hemos reunido aquí te ayude a cambiar de opinión o a ampliar tus horizontes sobre el red teaming, especialmente si tus respuestas a las preguntas que planteamos al principio fueron afirmativas.
¿Está tu organización preparada?
Convencer a una organización del valor del red teaming y persuadirla para que lo implemente en sus programas de ciberseguridad puede ser un reto engorroso para un proveedor de servicios. Puede que sea mejor no intentar conseguirlo, al menos no directamente. Lo ideal es que las organizaciones busquen y recurran a los red teams. Pero si sigue habiendo reticencia o negligencia con las medidas básicas de prevención, ¿qué podríamos esperar en cuanto a una estrategia más avanzada como esta? Una organización consciente de la seguridad se informaría al respecto, principalmente mientras se encuentra en un proceso deliberado de maduración. Al ser madura en materia de seguridad, recurriría a un red team y a sus servicios sin dilación. Sin embargo, uno de los obstáculos más comunes es el estancamiento.
Una organización puede no estar preparada y, por tanto, no querer recurrir al red teaming cuando el pico de su madurez ha sido hasta el momento la evaluación de vulnerabilidades o la gestión de vulnerabilidades. Algunas incluso llegan a ese punto confiando exclusivamente en herramientas automatizadas. ¿Aún no han considerado enfoques como la gestión de riesgos y la gestión de la resistencia a ataques? Quizá sea cierto lo que plantea el experto Chris Gates: Lo más eficaz es no perder el tiempo; sinceramente, si tienes que presionar mucho y tratar de convencer, entonces la organización no va a contar con la mentalidad adecuada para recibir o implementar un red team.
Sin embargo, sí es posible contribuir a la educación de las organizaciones en materia de ciberseguridad. Y esto no debería verse como una pérdida de tiempo. De hecho, es algo que, por ejemplo, en Fluid Attacks nos gusta hacer a través de este y otros medios. Dado que la contratación del red teaming acaba siendo una decisión comercial, es sobre todo a los líderes o directores de las organizaciones a quienes hay que llegar con mensajes lo suficientemente claros sobre la importancia de esta solución. Más aún cuando entre ellos no hay expertos en ciberseguridad (algo que debería cambiar; la SEC ya lo ha sugerido).
Tal como sostiene Christopher Campbell, el problema es que la mayoría de la gente no entiende cuál es la misión principal de un red team y, en cambio, lo compara con otros tipos de pruebas y evaluaciones. (Si te encuentras entre los que están empezando a aprender sobre el tema, te invitamos a leer nuestro artículo "Red Teaming") Este método no pretende sustituir al escaneo de vulnerabilidades ni a las pruebas de penetración, sino complementarlos en una fase avanzada del proceso de madurez de seguridad de una organización. Los directivos de una organización pueden ser informados sobre las diferentes características y beneficios de cada una de estas soluciones (véase, por ejemplo, este artículo). Nosotros podemos contribuir a modificar esa visión que, como comenta Jake Williams, suele estar presente en algunos clientes potenciales pero reacios: El red teaming es visto como un escaneo de vulnerabilidades o un pentesting demasiado costoso.
¿Estás tratando de entender las diferencias?
Desde las primeras etapas del ciclo de vida de desarrollo de software (SDLC) de una organización, los equipos de desarrollo pueden beneficiarse significativamente de los escaneos y el pentesting. Con técnicas diferentes, estos métodos abordan objetivos diversos. Las vulnerabilidades conocidas y de día cero se identifican en el código fuente y las operaciones de software, especialmente en la fase de preproducción. El red teaming, por el contrario, se dirige más a una tecnología que está, posiblemente, lista para sus usuarios finales e incluso a un conjunto de sistemas o a una red en la que intervienen seres humanos. Sin embargo, es cierto que el red teaming se centra más en los objetivos a alcanzar que en los ámbitos específicos. Quienes se benefician aquí son todos los equipos relacionados con la seguridad, como los de prevención, defensa y respuesta.
En consonancia con lo anterior, tal como sugiere Brandon McCrillis, el red teaming requiere la capacidad de combinar muchos aspectos de las auditorías de seguridad tradicionales en un contrato que traspasa los límites de simplemente "marcar la casilla de cumplimiento". Y como bien señala Campbell, los red teams ponen a prueba el funcionamiento conjunto de todas tus políticas y procedimientos en el entorno de producción real, donde hay personas reales.
En la frase anterior hay un elemento clave de la utilidad del red teaming: la aproximación a la realidad. ¿Qué realidad? La relativa a las ciberamenazas y los actores maliciosos. Un red team se encarga de emular a los ciberdelincuentes, utilizando sus recursos, técnicas, tácticas y procedimientos, que podrían perjudicar a una organización. Como especifica Paul Brager, el red teaming permite a una organización encontrar brechas potencialmente dañinas o riesgosas en su postura de seguridad antes de que los actores maliciosos las exploten, minimizando el posible impacto en la reputación de la empresa, los clientes y los accionistas. Esto forma parte de la tan pregonada por nosotros postura preventiva. Como plantea Tim MalcomVetter, el trabajo de un red team es preparar a la compañía ante la realidad de que un atacante puede obrar indebidamente sin su conocimiento o consentimiento.
Con esta metodología, a través de un equipo entrenado y supervisado y con la aprobación previa de las directivas de la organización objetivo, se trata de evaluar la eficacia de todo el programa de seguridad de la organización (prevención, detección, defensa y respuesta) frente a los ataques, lo más cerca posible de la realidad. Como expresa David Kennedy, esto es lo más real que se puede hacer sin que un adversario te ponga en peligro. Idealmente, se trata de experimentar uno o más ataques pero sin esperar a que se produzcan por parte de esos "adversarios reales". Siguiendo con la analogía de combate utilizada por Chris Nickerson, con el red teaming, una organización se une a un club de la pelea para ver lo que se siente realmente al estar en un combate. Todo el sentido del red teaming es desafiar el status quo, no a través de algún tipo de modelo teórico o matemático, sino para aprender y evolucionar a través de la experiencia.
Bienvenido al club de la pelea. (Fuente: memegenerator.com.)
De forma controlada, sin poner en riesgo a la organización objetivo, esta puede enfrentarse a adversarios simulados que actúan como sus oponentes reales (nada de atacantes hipotéticos). Los equipos de la organización pueden así aprender de ellos y, con esa experiencia, estar más preparados ante amenazas y golpes reales. Volviendo a Nickerson, este método te preparará para la inevitable lucha que te espera y te dará confianza en tus habilidades. También te señalará oportunidades en tu estrategia que quizá nunca hayas puesto a prueba. También familiarizado con la analogía de combate, Robin Wood remata con lo siguiente: Un boxeador que ha pasado muchas horas en el cuadrilátero intercambiando golpes con un oponente estará mucho mejor preparado para una pelea que aquel que solo ha golpeado un saco de boxeo.
¿Encaja con las necesidades de tu organización?
Entonces, el propósito del red team es evaluar las reacciones reales de los sistemas tecnológicos y humanos de una organización ante ataques que rozan la realidad. Así pues, para ser realista, el red team debe conocer y comprender los tipos de amenazas a los que suele enfrentarse el sector al que pertenece la organización objetivo. También se debe hacer una idea de los ataques e incidentes previos que ha sufrido o los podría llegar a sufrir esa organización. Dado que la priorización es una cuestión vital en ciberseguridad, el red team puede averiguar qué es lo que más preocupa a los dirigentes de la organización y qué activos consideran más importantes. Como dice McCrillis, el valor del red teaming es entender y explotar los peores temores de una empresa. Ya en su ejercicio ofensivo, el red team puede llegar a comprometer cosas que inicialmente fueron erróneamente infravaloradas por la organización.
El red team se enfoca en adaptarse al contexto de la organización objetivo y en identificar aquellos múltiples problemas de seguridad que, de ser explotados por criminales, tendrían impactos significativos y comprometedores para la organización. Por lo tanto, el red team debe mostrar flexibilidad. Como sostiene Stephanie Carruthers, normalmente, las compañías se someten a pruebas de penetración realizadas por un único consultor que suele tener un conjunto de conocimientos generales. Un red team aporta un grupo de individuos cuyos conjuntos de habilidades específicas están alineados con la infraestructura de la empresa. La formación de cada miembro del equipo debe determinar su implicación o al menos su grado de participación (ya que también pueden aprender) en un proyecto específico con una organización. Un grupo bien formado de expertos con diferentes conocimientos y experiencia puede ayudar a descubrir incluso nuevas amenazas y sugerir cuáles y cómo podrían mejorarse diversos sistemas y estrategias de la organización.
Te preocupa el dinero, ¿no?
Es bastante comprensible. Es posible que muchas organizaciones se muestren reacias a probar el red teaming simplemente por la cuestión del costo. Puede que ellas ya hayan invertido en buenas prácticas de desarrollo, herramientas y pruebas de seguridad y programas de gestión de vulnerabilidades. Pero podríamos hacerles un par de preguntas: ¿Han sido suficientes sus inversiones? ¿Sus capacidades de prevención, detección, defensa y respuesta son de suficiente calidad? Bradley Schaufenbuel sugiere que el red teaming puede verse como una forma relativamente barata de determinar si tus inversiones pasadas en personas, procesos y tecnología están proporcionando los resultados esperados y qué áreas de inversión futura proporcionarán el mayor beneficio a la organización.
En esta cuestión de dinero, el éxito de los ejercicios del red team puede ayudar a la organización a comprender cuáles serían los costos en caso de producirse incidentes específicos. (Nótese que un buen ejercicio de red teaming que no tenga "éxito" en alcanzar objetivos precisos también cuenta como beneficio, al revelar que los controles y procesos de seguridad de la organización objetivo son de alta calidad). Pueden estar en juego grandes cantidades de dinero. Como dice Kevin Figueroa, mostrar el costo si la organización se ve comprometida frente al costo de realizar un trabajo de red team puede cambiar la forma en que abordan la seguridad en una organización. No esperes a experimentar pérdidas de dinero para entrar en razón. Ten en cuenta lo que afirma Robert Willis: Las organizaciones necesitan ser capaces de justificar el gasto que se destina a todo lo relacionado con la ciberseguridad, razón por la cual muchas organizaciones tienen una postura de seguridad horrible.
¡Estamos aquí para ayudarte!
En Fluid Attacks, donde además de red teaming, ofrecemos otras soluciones de ciberseguridad, asumimos como nuestra responsabilidad contribuir a eliminar la idea errónea de que un red team existe para romper infraestructuras, culpar a la gente de los problemas de seguridad, proporcionar largos informes y desaparecer. Un red team fiable y certificado no solo está ahí para comprometer sistemas y sacar a la luz brechas y fallas. Su trabajo también debe incluir la retroalimentación y la asistencia a las diferentes secciones de la organización objetivo para ayudarles a mejorar sus programas de seguridad.
No dejes que tu organización se atasque en el proceso de maduración de la ciberseguridad. No te sumes a esas personas que, como dice Mary Sawyer, solo se van a preocupar por la seguridad cuando se vean enfrentadas con las consecuencias de hacer algo de forma insegura. Es mejor que tu organización, con la ayuda de un red team, como el de Fluid Attacks, saque los trapos sucios al sol cuanto antes. Sigue el consejo de Oddvar Moe: No sería muy divertido descubrir que un atacante puede hackear fácilmente nuestro sistema sin ser detectado y que no se le detiene solo porque no evaluamos adecuadamente la seguridad de nuestra organización. Contáctanos y empieza a mitigar la exposición al riesgo de tu organización ahora mismo.
Precaución: No olvides que puedes acceder a las entrevistas completas con cada uno de los 47 expertos en red teaming en el libro de Carey y Jin.
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